Andad en el Espíritu Rev. Álvaro Garavito

// //
Andad en el Espíritu
“Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5:16, 17.
“El deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne” (Gálatas 5:17). A la carne le gusta las cosas de la tierra como la pereza, el sueño, el ir solamente el domingo al templo; que lujo y el resto de la semana descansando, viendo televisión, viendo novelas, viendo películas sucias, porque los que hacen eso no vienen ni a la convención; es una lucha poderosa avalada y apoyada por el diablo, la carne está asesorada por las tinieblas. Pero el espíritu esta asesorado por el Espíritu de Dios, por eso el apóstol Pablo clamaba que fuéramos fortalecidos en el hombre interior por el Espíritu, cuando tenemos esa fortaleza del Espíritu de Dios en nosotros, entonces la carne no nos puede detener.

En Romanos 7:24, leemos: “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”. Aquí Pablo está reconociendo que su espíritu y su alma, viven en un estuche de muerte, un estuche de carne y hueso, que es un cuerpo de muerte, que la Biblia dice que este cuerpo no heredará el reino de los cielos, al cielo no entrara carne ni sangre. Por eso la carne se rebela contra el Espíritu, esa lucha que usted siente para orar, esa batalla que siente cuando el pastor cita una vigilia, las miles de excusas que saca la mayoría para no ir al ayuno, ese es el día que más hambre le da, es una batalla ¿por qué? porque la carne no está interesada en nada de lo que es de Dios, el único que está interesado es su espíritu y alma.

En San Mateo 26:41 el Señor dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Si yo sé que mi carne es débil -en este sentido no quiere las cosas de Dios-, tengo que fortalecer mi espíritu. Si mi espíritu está fuerte es porque está siendo alimentado con la Biblia, con la oración, con la búsqueda del rostro del Señor, con la consagración, con la comunión unos con otros; si el espíritu esta fuerte en esa capacidad podrá rechazar cualquier tentación. Pablo dijo: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo… para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser  fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3:14-16). No podemos estar débiles en el espíritu en este tiempo, hoy en día hay tentaciones sexuales, hay muchos creyentes enredándose con instrumentos del demonio del mismo sexo, el diablo le lanza muchos dardos, por eso agárrese de la Palabra del Señor, agárrese del poder de Dios y reprenda  al diablo en el nombre de Jesucristo.
“El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41b), porque es seguro que su espíritu no le va a decir que no lea las Escrituras, su espíritu nunca le va a decir no vayas al culto, el espíritu nunca le va a decir que no ore, el espíritu nunca le va a poner pereza, lo contrario el espíritu salta de gozo por hacer lo que le conviene a su vida y al Señor. La Palabra dice: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:38).
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estad firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:13-18).
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5).
Usted no está en esta batalla solo, ni está desarmado, las armas de esta milicia no son carnales sino poderosas en Dios ¿Tienes armas espirituales para pelear esta batalla? Si no las tiene “fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10).
Templateify is awesome, add your tagline here
ARRIBA