JEHOVÁ CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO
“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.” Salmo 138:7-8.
Nadie puede hacer la obra, llevar a cabo el propósito de Dios, seguir la voluntad del Señor y hacer proezas, si Dios realmente no está con él. Debemos procurar que la manifestación del poder de Dios no sea una vez por año o esporádicamente, sino que realmente se cumpla lo que dijo Jesús: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20).
A Dios le interesa más lo que somos, que lo que hacemos. No se puede impresionar a Dios por las muchas cosas que podamos hacer, ni haciendo alarde de lo que se ha hecho. La Biblia dice que: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” (Mt. 7:22). Refiriéndose a la obra que hicieron el Señor les dirá:“Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mt. 7:23). Quiere decir que no vivieron para Él, no caminaron como Él quería. Entonces de nada le sirvió todo lo que pudieron haber hecho, por no haberse cuidado, por no haber hecho la voluntad de Dios, por no haberse mantenido en la obediencia de Su Palabra.
También sabemos que el mundo entero está lleno de cobardes. No hay nada positivo escrito sobre los cobardes. Actualmente encontraremos a muchos que son simples religiosos, que asisten a un templo, pero que son cobardes; porque estos constantemente viven rindiéndole culto a la mundanalidad, rindiéndole culto a cuanta moda aparece, rindiéndole culto a cuantas cosas y embelecos de las tinieblas aparecen, e inclinados ante estos y adorándolos. Si buscamos, notaremos que son pocos los que viven una vida de integridad, una vida de testimonio, una vida de servicio, una vida de entrega.
Debemos saber que el reino de los cielos lo arrebatan los valientes. “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero LOS COBARDES e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Ap. 21:7-8). “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se hace fuerza, y los valientes lo arrebatan.” (Mt. 11:12, RV 1909).
Amado lector, Dios quiere que le rindamos toda nuestra voluntad, quiere una entrega total tanto a Él como a su Obra. Y que podamos decir como dijo el salmista: “Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos” (Sal. 138:8). Amén.
Tomado: ImpactoEvangelistico.net